En un organismo sano, las células de los tejidos orgánicos viven en una perfecta armonía. Sin embargo, a veces esta armonía se rompe y algunas células empiezan a reproducirse a una velocidad alarmante y a invadir el espacio de las otras. Este es el principio del cáncer.
El estudio de estas células en casos de cáncer de mama tanto en mujeres como en caninas ha permitido aumentar el conocimiento sobre los estados tempranos de la enfermedad y podrían llevar en un futuro cercano a la creación de un identificador que permita alertar sobre la presencia de la enfermedad.