A partir de su primera experiencia laboral en el mundo de la industria, en la Federación Nacional de Cafeteros, el físico Eduardo Posada se convenció de la importancia que tiene la ciencia para el progreso de un país como Colombia. Sin descuidar su vocación académica, desde entonces ha participado en procesos legislativos a favor de la ciencia y está estrechamente ligado al nacimiento de Maloka y del Centro Internacional de Física, CIF.