El país no ha cerrado su frontera agrícola y por lo mismo grandes extensiones siguen siendo arrasadas, solo en los últimos tres años se perdieron más de 530 mil hectáreas de bosque. Las causas son múltiples, van desde la construcción de vías hasta la acumulación de tierras y es tan grande el fenómeno que el Estado es superado por mucho y no cuenta con mecanismos para frenarlo.