Ya han pasado 8 años desde la puesta en marcha de la ley 814 de julio 2 de 2003 donde se dictaron normas que buscan el estímulo a la participación democrática en la producción del cine colombiano, pero si bien es cierto que la oferta de películas ha aumentado aún hay aspectos que faltan por mejorar como la formación de públicos y el consumo de producciones nacionales. Por esto, Guillermo Alejandro D’abbraccio, docente del departamento de Ciencias Humanas de la UN Manizales realizó una investigación donde analiza los pro y los contra de esta ley.