Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha venerado los restos mortales de sus líderes y antecesores, y ha procurado conservarlos, recurriendo a un sinnúmero de técnicas que varían según la cultura y la época. En la América precolombina era común la práctica de la momificación. Precisamente el análisis de unas momias en la ciudad de Bogotá contribuyó a esclarecer una de las discusiones científicas más polémicas del pasado siglo: ¿existía o no la tuberculosis en América antes de la llegada de los conquistadores europeos?”