El aspecto religioso se encuentra profundamente arraigado en la sociedad, como elemento ideológico continúa presente y se expresa en las prácticas de poder y se relaciona con la vida política. La construcción de escenarios para la lucha entre el bien y el mal permite pensar en la violencia, en especial en la violencia política del país. Con José Alejandro Restrepo se analiza esta percepción.