Esta ave, que ingresó en enero pasado con bajo peso y un ala fracturada a la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (Urras) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), entró en un proceso de curación y de rehabilitación. Este gavilán, que según el zootecnista de la UNAL Andrés Hermann, fue remitida a URRAS por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, debía desarrollar su musculatura y ganar peso, además de que su fractura soldara por completo, para tener las condiciones que permitirían su liberación. Una vez recuperado, el animal fue llevado a un ambiente controlado para verificar si realizaba en forma óptima vuelos verticales y horizontales y para evaluar su capacidad de caza, de manera que se tuviera la certeza de poder alimentarse en forma autónoma.