Las operaciones en peces para extraerles tumores son similares a las de otros animales y humanos. Toman un poco más de media hora, como la practicada a Boguy, un pez de cinco años de edad y 54 g de peso que tenía una masa de 3,46 g en la cabeza, que podía comprometer su vista, al afectarle uno de los ojos.

En los últimos meses seis la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), y en particular el Grupo de Investigación en Toxicología Acuática y Ambiental –liderado por el profesor Jaime Fernando González– ha recibido casos similares de peces enfermos por tumores.

El tumor extraído se pesa y se envía al laboratorio para practicarle un estudio histopatológico que permita identificar qué clase de masa es.

Las neoplasias, que es el nombre con el que se conoce una masa anormal de tejido que aparece cuando las células se multiplican más de lo debido o no se destruyen en el momento apropiado, son benignas o malignas. En ocasiones se pueden retirar del pez para que este continúe su vida normal, como le sucedió recientemente a Boguy en los laboratorios de la UNAL.