En las montañas nariñenses nos internamos en una arrugada reserva natural nombrada como aquel quejumbroso espíritu que defiende plantas y animales mientras recorre montes y selvas "La Patasola".
En las montañas nariñenses nos internamos en una arrugada reserva natural nombrada como aquel quejumbroso espíritu que defiende plantas y animales mientras recorre montes y selvas "La Patasola".