s evidente el resurgimiento de expresiones de violencia en las distintas regiones del país como en las principales ciudades por el rezago del conflicto armado expresado en las actuaciones de los grupos guerrilleros y grupos de crimen organizado heredados del paramilitarismo.
A su vez, a raíz de la indignación de la sociedad colombiana con el tratamiento policial, específicamente con el caso de Javier Ordoñez como detonador, a nivel nacional se han generado una serie de protestas sociales y de actos de violencia contra la fuerza pública, el sector comercial y la ciudadanía, acentuados por los acumulados de las movilizaciones de finales del año anterior en las que también fue evidente el exceso de la fuerza de la Policía Nacional y por la preocupante situación económica del país. Frente a esta coyuntura, se ha retomado la discusión en la opinión política sobre la reforma de la Fuerza Pública, específicamente de la Policía Nacional.