Oculto entre las nubes que rozan lo alto de nuestras cordilleras, se alza el bosque de niebla. El bosque de niebla se caracteriza por un tejido intrincado de árboles y arbustos, que lo hace por momentos impenetrable. Su suelo es espeso y húmedo, y por doquier se pueden contemplar líquenes, musgos y helechos.