Aunque el riesgo de desarrollar un cáncer depende de los genes, también se debe causas no hereditarias. Diferentes estudios han demostrado que evitar el tabaco,mantener un peso adecuado, hacer actividad física con regularidad, así como ciertos hábitos nutricionales, son factores que protegen a una persona de desarroolar ciertas enfermedades. Particularmente, en el aspecto nutricional "los componentes de la dieta influyen sobre el genoma, y directa o indirectamente, alteran la expresión de los genes".