Un aviso en la prensa para vincularse a la escuela de teatro del maestro Seki Sano llama un día la atención del arquitecto Santiago García. Ese aviso lo llevaría con el tiempo a abandonar la arquitectura para dedicarse de lleno a las tablas.
Un aviso en la prensa para vincularse a la escuela de teatro del maestro Seki Sano llama un día la atención del arquitecto Santiago García. Ese aviso lo llevaría con el tiempo a abandonar la arquitectura para dedicarse de lleno a las tablas.
Artes y culturas