“La Corte no se pronunció en su momento en la sentencia y por eso viene una pelea política, pero viene otra que es la discusión internacional sobre el uso de glifosato en la agricultura comercial”, explicó Camilo González Posso, exministro de Salud y director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
A su turno Pedro Arenas, politólogo y miembro de la Corporación Viso Mutop partió del conflicto que hay con las tierras y la erradicación de los cultivos ilícitos. “A la fecha ninguna familia de las inscritas en el programa puede decir que ha establecido un nuevo cultivo gracias a los recursos que le hayan llegado por la ayuda. Al país le faltan recursos para proyectos productivos”.
De ahí que los problemas relacionados con las aspersiones de glifosato se sigan discutiendo como un tema más político que social. “Colombia reconoció que el glifosato sí hace daño cuando indemnizó a Ecuador por las fumigaciones en la frontera”, agregó el politólogo.