Llanero puro, Octavio sabe tumbar ganado, enlazar, coliar, ordeñar, entre otras de las labores llaneras. Su vocación siempre ha estado ligada a la ganadería, y por eso en el último año del colegio se planteó el reto de ingresar al programa de Zootecnia de la Universidad Nacional, donde ahora estudia gracias al Programa Especial de admisión y Movilidad Académica PEAMA. Llegado el momento Octavio planea regresar a poner en práctica todo lo que ha aprendido en la facultad, porque según sus propias palabras es necesario potencializar las riquezas de su región.