Luego del proceso independentista, América Latina entró en una época de constantes disputas por el poder y las que hasta ese entonces habían sido las ciudades más importantes de los distintos virreinatos, tuvieron que librar conflictos por el dominio de territorios, que a la postre, determinarían los espacios nacionales.
Esta dinámica llevó a los nacientes Estados a circunscribirse a los influjos de las urbes, lo que redundó en un desconocimiento progresivo y a la falta de control de las fronteras de cada país.
Con Tomás Pérez Vejo se hace una aproximación al desarrollo que la ciudad Hispanoamérica ha tenido en los últimos dos siglos.